Abstract
La Provincia de Entre Ríos posee excelentes condiciones agroclimáticas para el desarrollo de la apicultura aprovechando las áreas cultivadas para la producción y polinización. El cultivo que ocupa mayor territorio es el de soja y para controlar sus malezas se utiliza el herbicida glifosato. Las abejas se revelan muy sensibles a los agroquímicos y responden a su uso en el ambiente muriendo o reteniendo los residuos en su organismo comportándose como verdaderos biosensores del ambiente. Según el grado de contaminación, el poder residual del herbicida y otros factores, la mortandad de abejas será importante o total. Este trabajo trata de demostrar la utilidad de la abeja melífera como biomonitoreador ambiental y obtener información sobre el nivel de contaminación por glifosato, en una zona cercana a cultivos de soja. Se realizó un muestreo de abejas muertas durante una temporada completa y se desarrolló una metodología analítica para determinar glifosato en abejas muertas y miel. Se contrastaron los resultados (porcentaje de abejas muertas) con datos del relevamiento a campo, viento (intensidad y dirección) y cielo (despejado, cubierto, semicubierto), temperatura ambiente y registros pluviométricos del Servicio Meteorológico Nacional. Se elaboraron gráficos de evolución de la mortalidad en función del tiempo, abarcando la época de siembra y cosecha de soja.
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