Resumen
En la Argentina se enfrentan problemas para ajustar la producción y distribución de frutas y vegetales frescos a los nuevos parámetros de exigencia social (calidad, inocuidad, información, conocimiento). En este contexto globalizado y multidimensional, el sector citrícola debe adecuar su tecnología postcosecha para dar respuesta a esa exigencia y lograr de este modo mayor competitividad. Los productos empleados para la conservación de la fruta incluyen fungicidas sintéticos; su empleo excesivo ha incrementado el nivel de residuos sobre la fruta a la vez que ha favorecido el desarrollo de resistencia de los patógenos. Los resultados obtenidos evidencian que los recubrimientos comestibles controlan eficientemente la podredumbre por Penicillium digitatum en postcosecha de naranjas, aumentando de este modo su vida comercial. Estos resultados ameritan profundizar la investigación teniendo en cuenta que la debilidad tecnológica que afecta al sector citrícola de la región es la falta de desarrollo de plaguicidas que cumplan la normativa toxicológica.
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