Resumen
Los elaboradores que preparan alimentos y no mantienen una buena higiene personal pueden ser vehículos de transmisión de Staphylococcus aureus (SAU); microorganismo causante de intoxicaciones alimentarias que últimamente se ha tornado más resistente a antibióticos betalactámicos, representando un problema en salud pública. Se lo aisló e identificó en muestras de manos y narinas de 49 expendedores de helados y 43 elaboradores de alimentos en instituciones educativas, se empleó la técnica de difusión con disco de cefoxitina (30 µg) propuesta por CLSI (Clinical & Laboratory Standards Institute) para determinar su resistencia a meticilina. Se evaluaron los hábitos higiénicos aplicando un cuestionario de autoinforme y a 24 cepas extraidas de 24 muestras seleccionadas al azar que fueron SAU positivas, se les realizó la detección de enterotoxinas utilizando reactivos VIDAS Staph enterotoxin. Se obtuvo que un 39% de los expendedores y un 47% de los elaboradores resultaron portadores. El primer muestreo (n=30), marcó una resistencia en narinas del 13% y manos de 7%, en los muestreos siguientes se observó un incremento de SARM (Staphylococcus aureus resistente a meticilina). Respecto a la detección de toxinas de las 24 cepas investigadas, 8 resultaron enterotoxigénicas (33%). Los hábitos y conocimientos evaluados marcaron falencias en puntos críticos, los resultados mostraron la presencia de SARM entre los manipuladores con riesgo de ser diseminadores de dichas cepas. Se deberían programar cursos haciendo énfasis en medidas preventivas que eviten la contaminación alimentaria, realizando un plan de concientización a la población y utilizando estos datos como punto de partida. Es necesario trabajar en forma interdisciplinaria con profesionales afines y responsables de salud pública.
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