HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES: INVESTIGACIÓN
El b-learning en los cursos semipresenciales y presenciales de la formación inicial de profesores de ciencia en Uruguay
Rodríguez Zidán, Eduardo** y Grilli Silva, Javier*
** Universidad ORT Uruguay, ANEP, CFE, Ce.R.P del Litoral (Uruguay) 
  * ANEP, CFE, Ce.R.P del Litoral (Uruguay). 
  Contacto: cerzidan@yahoo.com.ar
DOI: https://doi.org/10.33255/3059/691
Este artículo procede de una investigación realizada en el marco de un  año sabático solicitado por los autores y aprobado por la ANEP-CFE, Ce.R.P del  Litoral (Uruguay). 
    Recibido el 22/11/2018
 
y aceptado el 5/08/2019. 
Resumen
El artículo analiza el uso de las plataformas digitales en estudiantes de profesorados de ciencias, en dos modalidades de formación: presencial y semipresencial. El diseño de la investigación es de corte mixto. Se analizan las respuestas de 396 estudiantes a una encuesta digital aplicada en 8 centros y los resultados de 17 entrevistas en profundidad. Los hallazgos indican que los futuros profesores de ciencia ingresan con frecuencia moderada a las plataformas educativas, subutilizan las herramientas digitales y acceden muy poco a otros recursos digitales gratuitos, disponibles en la web. La interactividad entre docentes y estudiantes en las aulas virtuales es moderada o baja, dependiendo de la disciplina y de la modalidad de formación. Según la percepción estudiantil, una buena práctica de uso de las aulas virtuales requiere: acceso sin restricciones al equipamiento informático e Internet, mayor uso del sistema de videoconferencias y de videos explicativos de los temas.
Palabras clave: Formación del profesorado de ciencias; Plataformas digitales; B-learning; Enseñanza de las ciencias; TIC.
Abstract
B-learning in the blended and face-to-face courses of the initial training of science teachers in Uruguay
The article analyzes the use of digital platforms in students of science teachers, in two training modalities: classroom and blended. The research design is mix cut. The responses of 396 students to a digital survey applied in 8 centers and the results of 17 in-depth interviews are analyzed. The findings indicate that future science teachers enter to the educational platforms with moderate frequency, underuse digital tools and have little access to other free digital resources available on the web. Interactivity between teachers and students in virtual classrooms is moderate or low, depending on the discipline and the training modality. According to student perception, a good practice of using virtual classrooms require: unrestricted access to computer equipment and the Internet, greater use of the videoconference system and explanatory videos of the topics.
Keywords: Science teacher training; Digital platforms; B-learning; Science teaching; ICT
Resumo
B-learning nos cursos semipresenciais e presenciais da formação inicial de professores de Ciência no Uruguai
O artigo analisa o uso das plataformas digitais por estudantes da licenciatura em ciências, em duas modalidades de formação: presencial e semipresencial ou blended. O desenho da pesquisa é de tipo misto. São analisadas as respostas de 396 estudantes a um questionário digital aplicado em 8 centros e os resultados de 17 entrevistas em profundidade. Os resultados indicam que os futuros professores de ciências acessam com frequência moderada as plataformas educacionais, subutilizam as ferramentas digitais e têm muito pouco acesso a outros recursos digitais gratuitos disponíveis na web. A interatividade entre professores e alunos nas salas de aula virtuais é moderada ou baixa, dependendo da disciplina e da modalidade de formação. De acordo com a percepção dos estudantes, uma boa prática de uso das salas de aula virtuais requer: acesso irrestrito a equipamentos de computador e à Internet, maior uso do sistema de videoconferência e de vídeos explicativos dos tópicos.
Palavras-chave: Formação de professores de ciências; Plataformas digitais; B-learning; Ensino das ciências; TIC.
I. Introducción
 El escaso  interés de los estudiantes de educación media por aprender ciencias es uno de  los problemas educativos relevantes que los países de la región de América  Latina y Caribe deben enfrentar. Varios estudios reportados por instituciones  académicas y organismos internacionales muestran un creciente desinterés hacia  las disciplinas científicas que se ve reflejado en una reducción de estudiantes  en carreras afines a la ciencia (Osborne, Simon y Collins, 2003; Solbes,  Montserrat y Furió, 2007; Polino, 2012). En este contexto, la Organización de  Estados Iberoamericanos (oei) junto con la Conferencia Iberoamericana de  Ministros de Educación, elaboró las Metas Educativas 2021, donde se establece  como objetivos centrales los siguientes: fortalecer el interés de los  estudiantes por la ciencia y la tecnología, despertar vocaciones por al  aprendizaje de las mismas y aumentar el porcentaje de alumnos que eligen seguir  carreras afines en el nivel terciario (oei, 2010). 
  Si bien la explicación de este problema es de tipo multicausal, la  formación de docentes es una pieza clave para la mejora educativa y, en  particular, para la mejora de la enseñanza de las ciencias (Hargreaves y  Fullan, 2014; Vaillant, 2015; Vaillant y Marcelo, 2015). Es un hecho conocido  que las experiencias educativas vividas en la formación inicial del profesor  inciden en las formas de enseñar que el docente aplicará en el ejercicio de su  profesión y, más aún, en la conformación de su perfil profesional (Davini,  1995; Blanco, 1999; Vezub, 2002; Bolívar, 2007). Aumentar el interés de los  jóvenes por el aprendizaje de las ciencias apunta también a una formación de  profesores que esté en sintonía con los cambios pedagógicos que se requieren  para esta mejora. 
  El aprendizaje de las ciencias debe ser integral y contribuir a la  formación de ciudadanía (Cachapuz, Gil-Perez, Carvalho y Vilches, 2005).  Debemos superar la enseñanza tradicional, transmisiva de conocimientos acabados  y descontextualizada de la realidad social donde se vive y en la cual se debe  participar (Torres Salas, 2010). Los estudios señalan, entre otros factores,  que en los programas curriculares se debería incluir un acercamiento a la  naturaleza de la ciencia y a la práctica científica vinculando ciencia,  tecnología, sociedad y medio ambiente (ctsa), con el fin de fomentar la  participación fundamentada de los ciudadanos en decisiones razonadas (Mortimer,  Machado y Romanelli, 2010; Acevedo Díaz, 2010; Grilli y Coelho, 2017). 
  Estrechamente vinculado con lo  que venimos señalando, el aprendizaje de las ciencias en la actual sociedad del  conocimiento debe ser sinónimo de un e-aprendizaje (Coll, 2004; 2011). Según  este autor, enseñar a aprender con y a partir de los dispositivos tecnológicos  es una parte fundamental del 
  aprendizaje más importante de todos, el aprender a aprender,  aprendizaje que nos va acompañar a lo largo de toda la vida. Al respecto, como  señala Coll: «el aprendizaje está, y estará cada vez más, modelado por las tic digitales, y más concretamente por las tecnologías digitales de la  información y la comunicación con conexión inalámbrica, móviles y ubicua»  (Coll, 2013: 158). 
  La formación docente, al igual que todo el resto del sistema educativo,  debe incorporar la tecnología en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. En  el llamado aprendizaje mixto o híbrido (b-learning) se combinan los encuentros  presenciales sincrónicos con otros que son asincrónicos y que utilizan las tic; todo en el marco de nuevos modelos pedagógicos centrados en el  estudiante y en su aprendizaje (Dorfsmani, 2012). Como dice Coll refiriéndose  a la incorporación de las tic a la educación, la utilización de las nuevas  tecnologías multimedia e Internet se hace con el fin de promover y mejorar la  calidad educativa al enriquecer los contenidos de aprendizaje y facilitar su  comprensión (Coll, 2013). Mediante las tic y, particularmente, a través del  uso de plataformas educativas, se consigue expandir las aulas, es decir,  generar aulas virtuales que complementan y extienden los encuentros entre  docente y alumnos que se producen en aulas físicas (Asinsten, 2013). 
  Uruguay ha apostado fuertemente a la inclusión de las tic en los procesos de formación docente (cfe, 2015, 2017; Rodriguez Zidan, E. et al., 2017). Especialmente, en nuestro país ocupa un importante lugar  en las políticas docentes la inclusión de plataformas digitales en las dos  modalidades de formación de profesores que existen a nivel nacional: la  formación presencial y la semipresencial. Para ambos modelos la administración  central de la educación pública promueve la utilización de una plataforma  digital específica para profesores de secundaria y para docentes y estudiantes  de profesorado: la plataforma Crea2 o Schoology, que funciona en el marco del  «Plan de Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en  Línea» (Ceibal) 
  La formación docente en el país  se ofrece en distintas regiones del Uruguay con un total de 32 institutos de  formación docente; algunos de estos ofrecen el cursado de la carrera de  profesorado en las dos modalidades antes señaladas. Es en estos institutos de  profesorado que convive la formación presencial con la formación a distancia,  en el llamado «profesorado semipresencial». La oferta articula el aprendizaje  en régimen de presencialidad, ya que los estudiantes concurren a los centros a  los espacios curriculares del eje pedagógico (al que se le denomina Núcleo de  Formación Profesional Común), con la formación a distancia que los estudiantes  cursan mediante aulas virtuales para las asignaturas específicas del  profesorado y de la didáctica (denominados Núcleo Específico y Núcleo de la  Didáctica y práctica docente). Esta modalidad de 
  cursado se ajusta al concepto de aprendizaje mixto (b-learning), ya que  la formación combina capacitación presencial (con profesores en un aula  física), con educación on-line a través de la plataforma Schoology. Por su  parte, la otra modalidad de formación de profesores existente en el país, la  presencial, brinda todos los cursos correspondientes a los tres núcleos de  formación con docentes en aulas físicas. Para estos, existe también la opción  de utilizar aulas virtuales (en Plataforma Crea2), que es promovida con  énfasis por el Plan Ceibal, en coordinación con las autoridades centrales de la  enseñanza y el equipo directivo de los centros de formación inicial. 
  Esta investigación abarca las dos modalidades de formación de  profesores (presencial y semipresencial), tiene foco en el análisis de la  frecuencia y uso de herramientas para el aprendizaje en línea que se realiza  desde la plataforma digital Crea2. La hipótesis general que orienta este  trabajo responde a: el perfil de uso de las actividades con tecnologías  realizadas en ambientes b-learning son diferentes según la especialidad del  profesorado y la modalidad de formación. Por consiguiente, los estudiantes de  los profesorados de ciencias hacen un uso más intensivo de las tecnologías que  los que cursan otras especialidades de profesorado. 
II. Materiales y método
El diseño de  esta investigación es de corte mixto y secuencial, y se corresponde con el  enfoque de predominancia cuantitativa (modelo cuancual) que proponen Creswell y  Plano Clark (2007). Los objetivos específicos del estudio son los siguientes:  identificar la frecuencia y tipo de uso que se hace de la plataforma educativa  en la formación inicial de profesores de ciencias y compararlo con el uso de  los recursos digitales en otras carreras de profesorado (lenguas, filosofía,  informática, entre otras). 
  Las principales preguntas que guiaron el trabajo se detallan a continuación.  ¿Existen diferencias significativas en el uso que se hace de la plataforma  digital Crea, según la especialidad de profesorado y según la modalidad de  cursado? ¿Con qué frecuencia y para qué fines ingresan a las aulas virtuales  los estudiantes de las distintas especialidades de profesorado? ¿Qué recursos  tecnológicos debería incorporar, según la percepción de los estudiantes, una  buena práctica de uso de las plataformas digitales y las aulas virtuales? 
II.1. Instrumentos utilizados  
  Para responder a las preguntas de  investigación se diseñaron dos tipos de instrumentos: el autorreporte de  encuesta digital y las entrevistas semiestructuradas. Las  dimensiones y categorías consideradas en el diseño de estos instrumentos  surgen de la adaptación a Uruguay de escalas ya validadas en el contexto  internacional (Marcelo y Zapata, 2008; Cebreiro, Fernández y Arribi, 2017). Las  dimensiones consideradas en la encuesta digital fueron las siguientes: 
• Expectativas sobre la enseñanza y el aprendizaje  a través del uso de plataformas. 
• Aspectos técnicos, administrativos y de gestión  del soporte informático de las plataformas. 
• Tiempo, dedicación, estrategias y destrezas  on-line de los docentes y estudiantes participantes del estudio. 
• Contenidos, actividades y tipos de uso de las  plataformas que ofrece el docente on-line. 
• Perfiles y presencia del docente en la  virtualidad (apoyo, supervisión, feed-back, etc.). 
• Relación y vínculos entre contenidos de las  actividades presenciales y virtuales. 
• Buenas prácticas de uso pedagógico de las plataformas  virtuales y factores que actúan como barreras para su desarrollo. 
La encuesta en línea auto-administrada mediante Internet implica, por  su modalidad, una mayor garantía de anonimato y una menor aquiescencia y  deseabilidad social de las respuestas (Mc Cullough, 1998; Heerwegh y Loosveldt,  2009). Se administró el cuestionario mediante Google Drive entre los meses de  junio a setiembre de 2018, abarcando ocho centros de formación de profesores  ubicados en diferentes regiones del país. El acceso al marco muestral fue a  través de la visita de los investigadores a cada uno de los centros, invitando  a completar el formulario por diferentes vías (WhatsApp, a través de una  invitación en plataforma del profesorado semipresencial o de forma presencial). 
  El diseño del cuestionario quedó  estructurado en base a preguntas abiertas, cerradas y escalas Likert, que se  integraron en los siguientes apartados: «Información general del estudiante»  (9 variables); «Acceso y uso de la plataformas» (13 variables); «Capacitación y  orientación recibida para el acceso y uso de la Plataforma educativa» (5  variables); «Características de las aulas virtuales» (12 variables);  «Características pedagógicas del trabajo en el aula virtual» (7 variables);  «Buenas prácticas educativas con apoyo de plataformas educativas» (4  preguntas). Los ítems de la escala Likert que fueron construidos para medir la  intensidad de uso de las tecnologías son los siguientes: 1= Nunca; 2= Alguna  vez a la semana; 3= Casi todos los días de la semana; 4= Todos los días. 
  La versión preliminar del cuestionario fue pretesteada con estudiantes  que posteriormente fueron excluidos de la población de estudio. Finalmente, el  diseño del cuestionario nos permitió levantar evidencias sobre 49 variables de  investigación. 
  Las entrevistas realizadas fueron semi-estructuradas en base a un guion  cuyas dimensiones se detallan a continuación. Este guion, flexible, se elaboró  siguiendo las recomendaciones de Taylor y Bogdan (1987). Se buscó que los  informantes calificados entrevistados pertenecieran a distintos estamentos  institucionales para validar la información mediante el procedimiento del  análisis cruzado de datos. Las dimensiones abordadas en las entrevistas fueron  las siguientes: 
• Encuadre del entrevistado en lo que respecta a  su formación inicial, vínculo con el instituto de formación de profesores, y  experiencia docente. 
• Relatoría de experiencias vividas con relación  al uso de plataformas digitales en la formación inicial de docentes. 
• Percepciones acerca de las potencialidades y limitaciones  del uso de las aulas virtuales en la formación inicial. 
• Percepciones acerca de las diferencias de uso de  las tic según la especialidad del profesorado. 
II.2. Muestra  
  Con respecto  a los estudiantes y docentes participantes de este estudio se trabajó en base  a dos muestras con características diferentes. 
  Para llevar adelante el estudio descriptivo y explicativo por medio de  la encuesta digital se seleccionó una muestra de tipo incidental y voluntaria  (Hernández Sampieri et al., 2010) de 396 casos distribuidos de la  siguiente manera en función de la variable edad: 168 alumnos correspondientes a  la modalidad presencial (X=24, Ds=7,2, Min=18 y Max=56) y 230 estudiantes  matriculados en la modalidad b-learning (X=29.5, Ds=9,8, Min=18 y Max=60). 
  A los efectos del análisis  comparado entre acceso a plataformas, uso de tecnologías y especialidades de  profesorado se agruparon los profesorados en 4 categorías según el área de  conocimiento, siguiendo el estándar internacional de áreas de Ciencia y  Tecnología de la ocde (2006). Tabla 1. 
Tabla 1.  Agrupación de los encuestados según la  especialidad de Profesorado que cursa 
  
Del universo total de alumnos encuestados, 193 estudiantes integran el  campo de especialidad de los profesorados de las ciencias (grupos 1 y 3 de ocde). El otro grupo de estudiantes encuestados, 203 casos, pertenecen a  los profesorados agrupados en la segunda y cuarta categoría de la clasificación  de la ocde. 
  Por otro lado, la segunda muestra de participantes fue tipo cualitativa  y caracterizada como una muestra por juicios o teórica (Maxwell, 1996). Esta  fase de la investigación tuvo como propósito comprender cómo los agentes  involucrados interpretan y reinterpretan la realidad educativa en la que se  encuentran inmersos. A tales efectos se diseñaron y aplicaron 17 entrevistas  semiestructuradas. Los estamentos definidos para capturar la diversidad y la  heterogeneidad de los datos fueron los siguientes: profesores egresados de las  dos modalidades de cursado, profesores dot1 y profesores Referentes de  semipresencial en cada Centro2, profesores de didáctica también  en las dos modalidades. 
  El análisis de los datos  cuantitativos se llevó a cabo en dos etapas. En primer lugar se realizó un  análisis descriptivo de las medidas de tendencia central y de dispersión de la  población. Asimismo, el contraste de hipótesis se desarrolló con la prueba t de  Student para muestras independientes. Se utilizó el software spss 17. Para el abordaje hermenéutico se utilizó atlas ti 8.2.32 incorporando en el modelo de análisis el trabajo con un  sistema de categorías a priori y categorías emergentes, aplicando el  procedimiento del método comparativo constante (Strauss y Corbin, 1998). 
III. Resultados y discusión
El apartado  de resultados se presenta de forma integrada. En primer lugar se analizan las  respuestas de los estudiantes encuestados acerca de sus experiencias de  usabilidad de los recursos virtuales en plataforma. En este sentido,  analizamos de forma descriptiva la autopercepción estudiantil y contrastamos  la hipótesis de la existencia de diferencias significativas entre las opiniones  de los estudiantes de las dos modalidades de cursado según la especialidad de  profesorado que cursan. Estos resultados se articulan con las valoraciones que  hacen distintos profesores que trabajan en los institutos de formación docente. 
  Posteriormente se analizan distintas características del trabajo que se  desarrolla en el entorno virtual de las aulas, a partir de las percepciones de  estudiantes que cursan las carreras de profesorado. Finalmente se construyen  categorías de análisis para comprender el significado que tanto los estudiantes  como los docentes consultados tienen acerca de cómo el uso de tecnologías  digitales pueden ser herramientas para un aprendizaje de tipo constructivista  en modalidad b-learning, o bien pueden ser instrumentos para reproducir viejas  prácticas de enseñanza tradicionales. 
III.1. Recursos tecnológicos utilizados  por los estudiantes en la Plataforma digital Crea2  
  Veamos la  frecuencia y los fines para los que ingresan a las aulas virtuales los  estudiantes de las distintas especialidades de profesorado, en las dos modalidades  de cursado. En las tablas que se presentan, los «profesorados de ciencias»  corresponden a las agrupaciones 1 y 3 de la ocde, y «otros profesorados» a las  agrupaciones 2 y 4. 
  En la Tabla 1 se organizan los resultados de la escala Likert y se  analizan las respuestas de los estudiantes de la modalidad presencial. Para el  análisis descriptivo se calcularon las medidas de tendencia central y el  desvío estándar. Además, se contrasta la hipótesis de diferencias de medias  entre poblaciones aplicando el procedimiento t de Student. Se incluye en el  modelo como variable independiente la especialidad de profesorado que cursan  los estudiantes participantes del estudio. Una primera lectura, de carácter  general, pone en evidencia cuáles son los recursos tecnológicos que en  promedio se usan más por el estudiantado. 
  En términos generales, el  promedio de uso de los recursos tecnológicos es bajo, en el entorno de la mitad  de la escala utilizada (profesorado de ciencias = 2,12; otros profesorados =  2,05). 
  El profesorado de ciencias tiene un uso mayor de tecnología en comparación  con otras especialidades de formación. Los estudiantes de ciencias ingresan a  la plataforma de los cursos con mayor frecuencia que el resto de sus compañeros  ( =2,67 contra =2,36 respectivamente). Las actividades con apoyo de  tecnológicas que realizan los estudiantes con una frecuencia media son las  siguientes: descargar archivos ( =2,65), entregar trabajos ( =2,41), visionar  archivos ( =2,25) y usar el correo interno ( =2,17 en ciencias y =2,25 en otros  profesorados). El resto de los recursos y tareas con tecnología que fueron  contemplados son escasamente utilizados: usar el chat, participar en foros,  generar documentos en línea y subir archivos a la plataforma. 
  El contraste de hipótesis realizado pone en relieve que las diferencias  entre los profesorados son significativas en dos variables: el acceso a  plataforma (N=160, gl=3, p=0.007) y uso de foros (N=157, gl=3, p=0.003). En los  dos casos es significativamente superior el uso en el profesorado de ciencias.
Vemos en la Tabla 2 que al  ingresar a la plataforma lo que más hacen los estudiantes es descargar archivos  ahí repostados. Los testimonios que surgen de las entrevistas realizadas a  egresados de la modalidad presencial, profesores de Didáctica y profesores que  ostentan cargos para orientar y apoyar 
el uso de las tic en los institutos de formación docente (dot), coinciden con las respuestas de los estudiantes en señalar que el  principal objetivo de las aulas virtuales es utilizarla como repositorio de  archivos. Véase el Cuadro 1. 
Tabla 2. Acceso de los estudiantes a  la plataforma digital y recursos tecnológicos utilizados, en la modalidad  presencial, según la especialidad de profesorado que cursan (N= 168)
  
Cuadro 1. Principal uso de la Plataforma Educativa en la modalidad de  cursado presencial
  
Es un hecho reconocido por estudios previos (Yot y Marcelo, 2013) que  el rol del tutor en línea como facilitador y estimulador de los aprendizajes en  sus estudiantes es una pieza clave para lograr buenos resultados en los  aprendizajes Este rol supera ampliamente la labor del docente como organizador  de una biblioteca on-line para el estudiante; implica necesariamente la  preparación de entornos virtuales donde se pueda dar la interacción entre los  participantes (estudiantes entre sí y estudiantes con tutor), de manera fluida  y enmarcada en una acción pedagógica de tipo socio-constructiva de un  conocimiento contextualizado y útil para el estudiante. El hecho educativo,  para varios autores, es fundamentalmente un hecho comunicacional (Prieto  Castillo, 1999). 
  Es a través de la comunicación  que los participantes construyen mutuamente el espacio de aprendizaje. Para  hacer esto posible en el marco de una enseñanza virtual es necesario utilizar  las distintas herramientas de las 
  plataformas educativas que viabilizan el intercambio, la comunicación y  la producción: foros, chat, correo electrónico y wikis. Es claro que utilizar  el espacio virtual principalmente como recurso para organizar y clasificar  archivos, no expande el aula y no se ajusta al concepto actual de aprendizaje  mixto o b-learning. En todo caso, lo que hemos constatado en las respuestas de  los estudiantes que cursan la formación presencial de profesorado se ajusta al  primer estadio del b-learning: agregar virtualidad a la presencialidad a través  de la distribución on-line de materiales (Valzacchi, 2005; Turpo Gebera, 2013). 
  Tal como ya fuera dicho, los estudiantes de profesorado de ciencias ingresan  más a la plataforma Crea y participan más en instancias de foros que los  estudiantes de los demás profesorados (Humanidades, Maestro Técnico e Informática).  Con respecto a para qué se utilizan los foros en las clases de ciencias de la  modalidad presencial, la siguiente es una de las pocas referencias que  obtuvimos en las entrevistas realizadas: 
(…) recuerdo que en los foros se compartían noticias interesantes, novedosas; un ejemplo que los alumnos todos los años plantean: ¿realmente usamos solo un 10 % de la capacidad del cerebro…? Se colocaba un texto, una lectura y a partir de ahí había que participar de manera fundamentada, citando autores, citando artículos. Fue bueno, fue positivo. Permitió que esa otra parte, que ahora lo hago habitualmente en la clase, lo hacía por la Plataforma (Docente de asignatura específica en Profesorado de Biología).
Básicamente vemos que se utilizó este recurso de la interface de manera  esporádica y ocasional, y que la docente decidió transferir la interacción y  discusión que en el espacio virtual se estaba dando, al aula física, a la presencialidad. 
  Ahora, ¿qué sucede en la  modalidad semipresencial de formación de profesores?; ¿qué tipo de uso se hace  de la plataforma digital? La Tabla 2 recoge las respuestas que corresponden a  los estudiantes de la muestra que están cursando diferentes especialidades de  profesorado en Uruguay, en el año 2018. Se realizó el mismo procedimiento  analítico ya efectuado, pero esta vez las respuestas corresponden al subgrupo  de alumnos matriculados en el profesorado semipresencial.
A priori, una hipótesis razonable indicaría que la usabilidad de  recursos tecnológicos en un modelo de formación con un fuerte componente a  distancia apoyado fundamentalmente en plataformas digitales, debería ser mayor  que la modalidad presencial de formación docente. Los datos, en parte,  confirman esta hipótesis. 
  En primer lugar, acerca del  acceso a la tecnología en la modalidad a distancia, las evidencias muestran  que es muy superior al modelo de formación presencial. Los indicadores de  acceso son casi universales y no se aprecian diferencias significativas según  la especialidad que cursa el estudiantado (3,35 de valor promedio de la escala  para todas las especialidades analizadas). Sin embargo, un segundo hallazgo nos  muestra que a pesar de las diferencias de acceso, el patrón de uso de la  tecnología es independiente de la modalidad de formación. En efecto, el  estudiantado a distancia manifiesta un perfil de preferencias similar al que ya  observamos en la Tabla 2: descargar archivos ( =2,76 para ciencias y =2,80 en  otras especialidades), entrega de trabajos ( =2,66 y =2,77) y visionar archivos  multimedia ( =2,47 y =2,45). En la modalidad semipresencial se da, entonces,  también un uso importante de las aulas virtuales como repositorio de archivos,  como biblioteca digital. Por otra parte, la utilización del entorno virtual  para la entrega de trabajos y para el 
  visionado de archivos multimedia en un régimen de formación a distancia  debería ser importante para la evaluación y la enseñanza. 
  Con respecto a la incidencia que puede tener la especialidad de carrera  docente en el uso que se le da a los recursos existentes en la interface de la  plataforma, no se observan diferencias significativas en las variables  relevadas, salvo en la participación del estudiantado semipresencial en el chat  (N=217, gl=3, p=0.017), experiencia que es mayor en los profesorados que no  pertenecen a las especialidades de ciencias. Se constató que varios recursos  digitales se usan poco, como generar documentos compartidos en línea ( =1,92 en  todos los estudiantes, independientemente de la especialidad) y usar el chat (  =1,79 y =2,09). 
  Sobre el recurso foro y el correo interno de la plataforma digital en  los cursos semipresenciales, el promedio de uso es similar en los profesorados  de ciencias al de los otros profesorados. Las entrevistas realizadas nos permiten  enriquecer este análisis y constatar una de las utilidades que ofrece este  recurso para los docentes: supervisar y acompañar la práctica docente. Un  profesor de didáctica del profesorado de Física y otro colega del profesorado  de Química explican cómo apoyan sus orientaciones didácticas utilizando el foro  virtual, en los siguientes términos: 
El uso de los foros específicos para discutir  planificaciones. No solo de las visitas, sino de las demás clases dadas. Hay un  foro que yo le llamo «discusión  de clases», donde los estudiantes plantean dudas de otras clases que  tienen que visitar. En este foro contestaba yo o a veces otros compañeros del  grupo. La planificación específica de las visitas, yo soy bastante estricto  con mis alumnos: por lo menos 10 días de intercambio, de ida y vuelta, con no  menos de 3 veces, donde la Planificación va y viene con mis sugerencias (Docente  de Didáctica en profesorado de Física). 
    Se les da un tiempo de posibilidades de ida y  vuelta con esa clase para que vaya mejorando y para que cuando se concrete,  salgo lo mejor posible… y esto se hacía todo a través de la Plataforma. Había  foros abiertos que se llamaban «foros de dudas», donde podían consultar y resolver el tutor  o alguno de los compañeros... pero ellos usaban más el correo de la Plataforma  para preguntar dudas concretas (Docente de Didáctica en profesorado de  Química). 
Al igual que los profesores de Didáctica en ciencias, identificamos que los profesores egresados del profesorado semipresencial en la especialidad de Lengua destacan la misma importancia para los recursos foro y correo interno de la plataforma.
Los profesores de didáctica que tuve, antes de  venir a hacer la visita, nos orientaban: que tarea vas a realizar, ponías en  el foro la tarea, la elaborabas, la planificabas (Egresado de Profesorado Id. Español). 
En la Plataforma se dio el apoyo a la práctica  docente a través del correo y del foro; por ejemplo sí éramos varias compañeras  que teníamos las mismas inquietudes preguntábamos en el foro y la profesora  contestaba a todas o de manera individual (Egresado de Profesorado Id. Español). 
Vemos, entonces, que tanto estudiantes como profesores de las distintas especialidades de la modalidad semipresencial valoran positivamente el uso de los foros de discusión y el correo interno de la plataforma como apoyo para el desarrollo de la práctica docente pre-profesional.
III.2. Características del trabajo  desarrollado en las aulas virtuales  
  En la Tabla  3 se presentan los datos referidos a las características que tuvo el trabajo en  las aulas virtuales, considerando tres variables evaluadas por los estudiantes  de profesorado: la existencia de interactividad docente-estudiante en el aula  virtual, la presencia de interactividad alumno-alumno en el aula virtual y la  realización de trabajos colaborativos en línea. En este caso se utilizó una  escala Likert de 3 niveles: nivel 1 («no existió»), nivel 2 («parcialmente de  acuerdo con que existió la actividad») y nivel 3 («totalmente de acuerdo con  que existió la actividad»). A efectos de simplificar el análisis se procedió a  construir un índice de interactividad e intensidad del trabajo virtual, en  función de los 4 agrupamientos de los campos disciplinares definidos por la ocde. 
Tabla 3. Acceso de los estudiantes a la plataforma digital y recursos  tecnológicos utilizados en la modalidad semipresencial según la especialidad de  profesorado que cursan (N= 168)
  
 Para la construcción del índice  se procedió de la siguiente manera: en primer lugar, calculamos los  porcentajes de respuestas en cada una de las tres categorías de la escala  Likert. Seguidamente, se dividió la categoría 2 «parcialmente de acuerdo» en  dos mitades, sumando cada mitad a los dos extremos de la escala, reagrupando  los valores de respuesta en dos categorías: baja y ata intensidad. Por último,  el índice resulta de restar el porcentaje de respuestas correspondientes a la  categoría «baja intensidad» el valor correspondiente a la categoría «alta  intensidad». Valores positivos del índice superior a + 25, indican presencia  muy fuerte de la variable. Valores cercanos a 0, indican una distribución en  proporciones similares y valores del índice negativos, muestran que la  interactividad e intensidad de las variables es muy baja.
Los datos muestran un perfil de uso más activo en los profesorados de  Ciencias (Exactas, Naturales y Sociales) que en el resto de las opciones de  formación. Para el caso de las ciencias exactas y naturales, la interactividad  docente-alumno resulta mayor que la interactividad entre estudiantes y el  trabajo colaborativo. A la inversa, en las ciencias sociales, el trabajo colaborativo  tiene una frecuencia elevada en una proporción de dos tercios con intensidad  alta (índice + 46). Sorprende el hallazgo de una baja interactividad en  disciplinas vinculadas al profesorado de informática y maestros técnicos. En  los profesorados de humanidades los estudiantes tienen un bajo perfil de  interacción virtual en base a las tecnologías considerando las tres variables. 
A efectos de visualizar con mayor  precisión el tipo de uso según modalidad se aplicó el índice de interactividad  y trabajo virtual a los estudiantes del profesorado presencial y profesorado  semipresencial. 
Tabla 4. Índice de interactividad e intensidad del trabajo colaborativo en  el aula virtual   
según la especialidad del  profesorado(*) 

Tabla 5. Índice de interactividad e intensidad del trabajo colaborativo en  el aula virtual   
    según la especialidad del  profesorado. Estudiantes de la modalidad presencial
    
En la modalidad de profesorado presencial se mantiene el perfil general  de mayor interacción y uso de la virtualidad de los estudiantes de ciencias  exactas y naturales, pero se nota un descenso de la interacción entre los  estudiantes de las ciencias sociales, profesorados de Informática y Maestro  Técnico y Humanidades en el trabajo colaborativo en línea.
Los resultados de la Tabla 6 confirma el patrón de interactividad e  intensidad del trabajo virtual que hemos desarrollado en el análisis anterior.  En prácticamente en casi todas las especialidades de profesorado la interactividad  entre alumnos y profesor en el aula es moderada o baja. Similar resultado se ve  en lo que respecta a la realización de trabajos colaborativos on-line,  concordante con el muy bajo uso ya señalado de las wikis. 
Tabla 6. Índice de interactividad e intensidad del trabajo colaborativo en  el aula virtual  según la especialidad del  profesorado. Estudiantes de la modalidad b-learning
  
Las características del trabajo en el aula virtual denotan, para los profesorados en general y los de ciencias en particular, una enseñanza que en muchos casos no está acorde con las demandas de un nuevo perfil de formación del profesorado de ciencias, es decir, la utilización de los recursos tecnológicos y plataformas para la realización de actividades que apunten a un aprendizaje de las disciplinas socio-constructivo y, además, como efecto secundario, alfabetizante para la participación ciudadana. Para que esto se desarrolle es imprescindible lograr una mayor interacción entre los aprendices de profesores y el tutor, enmarcado este vínculo en tareas de enseñanza y de aprendizaje que impliquen búsqueda y selección de información, puesta en evidencia de concepciones y posturas, elaboración de respuestas con base en las ciencias para resolver una determinada situación problema.
III.3. ¿Qué recursos digitales deberían  incorporar una buena práctica de uso del aula virtual para la enseñanza y el  aprendizaje de las ciencias?  
  Una de  nuestras preguntas guías de investigación apuntó a conocer la percepción de  los estudiantes sobre los recursos tecnológicos que deberían estar presentes  en las plataformas para la formación específica en ciencias. Las tablas 6 y 7  recogen respectivamente las respuestas en los profesorados de ciencias  naturales y exactas y de ciencias sociales, a una pregunta abierta de la encuesta  en línea. 
Tabla 7. Recursos tecnológicos que debería incluir una buena práctica de  uso de plataforma digital según los estudiantes de los profesorados de Ciencias  Exactas y Naturales
  
Tabla 8. Recursos tecnológicos que debería incluir una buena práctica de  uso de plataforma digital según los estudiantes de los profesorados de Ciencias  Sociales 
  
 Constatamos que en la modalidad  presencial de todos los profesorados de ciencias, un porcentaje alto de  estudiantes menciona como requerimiento, lo más básico: contar con equipo  informático y buena conectividad a Internet (28,5 % de las respuestas en  ciencias naturales y exactas y 66,5 % de las respuestas en ciencias sociales).  Estos hallazgos indicarían que a pesar de los avances que el país ha logrado en  cuanto al acceso casi universal a la tecnología al equipar a las escuelas de  computadoras y de conectividad3, el acceso a la tecnología es  señalado como la principal limitante para el desarrollo de buenas prácticas  educativas que las incluya.
En la modalidad semipresencial se señala mayoritariamente que una buena  práctica educativa de uso de plataformas debe incorporar videoconferencias y  videos del docente para explicar los temas propios de la disciplina (32 % de  las respuestas en ciencias naturales y exactas y 33, 15 % de las respuestas en  ciencias sociales). 
  Esto se corresponde con lo ya analizado en la Tabla 2: un bajo uso  (similar por otra parte al que se da en la modalidad presencial) para la  descarga de archivos multimedia existentes en las aulas. También se corresponde  con lo que expresan en las entrevistas los egresados de la modalidad  semipresencial: los estudiantes reclaman mayor presencia del docente en las  aulas y mayor cantidad de encuentros presenciales con ellos. En la educación a  distancia la enseñanza «cara a cara» con el docente y la posibilidad  instantánea de preguntar lo que no se va comprendiendo es, en buena medida,  posible a través de videoconferencias y de videos explicativos incorporados a  las aulas. 
  Con respecto a la importancia de incluir en las aulas virtuales  softwares y recursos tecnológicos propios o específicos para el aprendizaje de  las disciplinas, constatamos que los estudiantes de ciencias los mencionan en  un porcentaje bajo de las respuestas dadas, en las 2 modalidades de formación.  Para las ciencias naturales y exactas es de 13 % y 22, 5 % (modalidad  presencial y semipresencial respectivamente), mientras que para las ciencias  sociales es más bajo aún, 6,7 % y 3,7 % (presencial y semipresencial). Salvo  programas como Geogebra, que es mencionado por algunos estudiantes de  Matemática y el uso de sensores que es señalado por algunos estudiantes de  Física, la investigación muestra que no se percibe como significativa o  importante la inclusión en las aulas virtuales de algunos de los tantos  recursos tecnológicos existentes en la web para el aprendizaje de las  ciencias. Es así que casi ningún estudiante hizo referencia a utilizar  laboratorios virtuales de ciencia, simuladores en ciencias o manejo de modelos  3D de la realidad natural. 
Preparar una clase de Ciencias  que ofrezca a los estudiantes estos recursos on-line interactivos, los implica  y crea contextos significativos para el aprendizaje específico (Romero y  Quesada, 2014; Vega, Londoño Hincapié y Toro Villa, 2016). ¿Cuáles son las  posibles razones de que el alumnado de ciencia participante de este estudio  casi no menciona estos recursos gratuitos disponibles en la web? Un factor  clave es la formación en tecnologías de los formadores de docentes. Constatamos  que los propios profesores formadores entrevistados en ningún momento mencionan  la existencia de tales recursos. En consecuencia, no es de extrañar que las  respuestas de los alumnos agrupadas en las tablas 4 y 5 como «no sabe o  respuesta indefinida y/o genérica», representen entre un 6,7 % (profesorados de  ciencias sociales modalidad presencial), a un 33,15 % de las respuestas registradas. Básicamente el profesor en  formación casi no menciona softwares y recursos web en las aulas virtuales,  porque no los conoce y muy probablemente porque no ha tenido experiencias que  los involucren. Este tema debería ser analizado en futuras investigaciones. 
IV. Conclusiones y reflexiones
Nuestra  investigación muestra que los futuros profesores de ciencias ingresan con mayor  frecuencia a las plataformas educativas que el resto de los profesorados, pero  a su vez subutilizan los recursos digitales y tienen un escaso acceso a otros  recursos gratuitos de la web que son propios para el aprendizaje de las  ciencias (ver Tabla 1). 
  El contraste de hipótesis demostró que las diferencias entre los  profesorados son significativas en dos variables: el acceso a plataforma  (N=160, gl=3, p=0.007) y uso de foros (N=157, gl=3, p=0.003). En los dos casos  es significativamente superior el uso en el profesorado de ciencias. 
  Un par de razones podrían explicar las diferencias de acceso a las  plataformas y uso del foro: los futuros profesores de ciencias se sienten más  seguros que el resto de los estudiantes de profesorado en el uso de las tic (Conde Irigaray, 2014) y el hecho de que la oferta de sitios web,  recursos y plataformas específicas para la enseñanza del contenido de las  carreras de profesorado en ciencias exactas, naturales y matemáticas es mayor  que en el resto de las carreras (Rodríguez Zidan, et al., 2017). 
  Los hallazgos indican que si bien el profesorado de ciencias tiene un  uso mayor de tecnología en comparación con otras especialidades de formación,  en términos generales, el promedio general de uso de los recursos tecnológicos  es bajo, en el entorno de la mitad de la escala utilizada (profesorado de  ciencias = 2,12; otros profesorados =2,05). 
  En parte, esto se explicaría por dos factores. Los estudiantes de  docencia tienen un conocimiento limitado de las potencialidades de la  tecnología como recurso para el aprendizaje, lo que es confirmado por otros  estudios (Lai y Gu, 2011). Un segundo aspecto refiere a las condiciones de  infraestructura tecnológica y las dificultades para el acceso a Internet desde  los centros de enseñanza, tal como se ha demostrado para el caso uruguayo  (Rodríguez Zidan, et al., 2017). 
  Para los estudiantes encuestados,  una buena práctica de uso de las aulas virtuales requiere del acceso sin  restricciones al equipamiento informático e Internet (profesorado presencial de  formación), y un mayor uso del sistema de videoconferencias, videos del docente  e incorporación en plataforma de 
  aplicaciones y software específico para la enseñanza de las ciencias  (profesorado semipresencial). 
  El vínculo entre docentes y estudiantes en el aula virtual es mayor en  los profesorados de ciencias que en el resto de opciones, sin embargo, y en promedio,  la frecuencia de la interacción virtual es moderada y baja, dependiendo de las  disciplinas. 
  Una hipótesis interpretativa que deberá contrastarse con nuevos  estudios, es que a pesar del auge de la interacción virtual entre profesores y  estudiantes, la frecuencia de uso de este recurso es limitado porque es  probable que aún persista un paradigma pedagógico tradicional que responde a  una concepción expositiva del conocimiento y del aprendizaje de la ciencia por  recepción (Area, San Nicolás Santos, Sanabria Mesa, 2018). 
  Esta forma de usar la tecnología para enseñar y aprender ciencias en la  formación de profesores sienta las bases para perpetuar el escenario que se  quiere cambiar, ya que es sabido que los profesores en formación aprenden  principalmente de los modelos pedagógicos vividos (Davini, 1995). Otros  estudios han demostrado que una de las causas del desinterés por el aprendizaje  de las ciencias tiene que ver con la forma como se enseña esta disciplina en  entornos virtuales (Rabadán Vergara, 2012). 
  Una reflexión final puede ser planteada en términos de paradoja.  Mientras que los alumnos están inmersos en un mundo tecnologizado e  hiperconectado que les posibilita un acceso prácticamente irrestricto a la  información que les interesa, las clases virtuales de ciencias hacen un uso  moderado de la tecnología. En general, se caracterizan por presentar  conocimientos acabados, prima el aprendizaje individual y continúan utilizando  como principal recurso de aprendizaje el manual de texto en línea o la  tecnología como repositorio de documentos (Wilensky y Reisman, 2006; Raes,  Schellens y De Wever, 2013). 
  Las tic ofrecen alternativas para el aprendizaje de las ciencias donde los  alumnos pueden experimentar a través de simulaciones, elaborar modelos  científicos y trabajar con el análisis de bases de datos y su interpretación.  Estos recursos, disponibles en la web, se pueden insertar o vincular en las  plataformas educativas favoreciéndose así un aprendizaje mixto o b-learning  (Pérez Cervantes y Saker, 2013). De esta manera el estudiante tendrá mayor  protagonismo, será mucho más activo en la virtualidad y desarrollará más  autonomía. Con la incorporación de estos recursos en las aulas virtuales se  enriquecen los contenidos de aprendizaje y se facilita su comprensión.  Organizando en el espacio virtual tareas interactivas entre estudiantes,  utilizando las potencialidades que las plataformas educativas ofrecen, se puede  apuntar claramente al aprendizaje de una ciencia útil para la vida,útil para la participación ciudadana. Transitar hacia un cambio de  escenario en la formación de los futuros profesores de ciencias requiere, entre  otros cambios, que tanto formadores como estudiantes participen de prácticas y  experiencias de uso intensivo y pedagógico de las tecnologías virtuales en los  procesos de formación. 
1 DOT: Docente Orientador en Tecnologías digitales es una figura docente de apoyo al desarrollo de tecnologías digitales en cada centro de formación docente y que se crea en la órbita del cfe, definiéndose su perfil en el Acta 42, Resolución 27, del 9 de noviembre de 2016.
2 Profesor Referente: es una figura docente de apoyo a la modalidad semipresencial en cada centro educativo y que se crea en la órbita del cfe, definiéndose su perfil en el Acta 4, Resolución 18, del 14 de febrero de 2013.
3 Plan Ceibal: https://www.ceibal.edu.uy/es/institucional/
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