De idas y vueltas. Ideas revueltas para pensar la escuela y las instituciones de formación docente

Este libro, como lo anuncia el título, nos muestra un camino posible que se recorre de la mano de maestros, maestras, profesores y profesoras –Julia Bassó, Horacio Cárdenas, Mercedes Etchemendy, Silvina Iturrioz, Marta Marucco, María Fernanda Pellegrino, Micaela Pino, Gabriela Saslavsky, Sofía Spina y Paola Tarasow– por derroteros en los que se encuentran lugares conocidos, otros desconocidos y también algunos que se visitan de nuevo por primera vez.

Forma parte de una colección que está dirigida por el Colectivo de Docentes Andares y pensares que viene desarrollando, además de esta iniciativa, jornadas de debate y de intercambio de experiencias de docentes de los profesorados de la Provincia de Buenos Aires, que es de donde surge. En una primera publicación con el título «Desde adentro», Erica Villarroel y Gabriela Saslavsky recopilan y analizan algunas especificidades de los trayectos de formación docente, las dificultades y nudos que identifican allí. Surge entonces la propuesta de recopilar materiales para un segundo libro en el que se enfaticen experiencias puntuales con una pregunta rectora: ¿qué conocimientos se producen y cuáles de estos se pueden divulgar desde los institutos de formación docente?

Así este ida y vuelta entre la escuela y el profesorado, un ir y venir que hacen surco, que posibilita conversaciones, escucha, que otorga espacio al error, la reflexión, que acompaña en una labor, a veces solitaria, aunque se esté rodeado de muchas personas.

La primera oración del «Prólogo» a este libro dice: «Este es un libro manchado con tiza» y es así que a lo largo de sus páginas se abren puertas que invitan a observar el trabajo docente, hojas de cuadernos (¡y de plantas!), pizarrones, dibujos, láminas como trazos que van recorriendo diferentes temas importantes y necesarios que entrelazan la experiencia escolar y la formación docente. Las autoras reciben, hospitalarias, a los lectores en sus aulas y salones, nos comparten las ideas que estructuran sus prácticas, nos muestran los materiales y recursos que utilizan, también para qué los usan, posibilidades, limitaciones y recaudos.

Se entretejen así en este libro conversaciones, reflexiones, vivencias, exploración, desafíos y también interrogantes en relación con la enseñanza y el aprendizaje, viejos nuevos problemas, las propias relaciones con el conocimiento. Las tensiones entre teoría y práctica, los saberes previos, las matrices de aprendizaje con las que cada ingresante llega al profesorado, que torna, necesaria en palabras de dos autoras, una refundación que posibilite nuevas relaciones entre los conocimientos previos y lo que propone la formación docente inicial.

Los textos que componen este libro nos proponen revisitar la formación docente a través de experiencias de maestros y formadores, el estudio disciplinar, la investigación, el conocimiento de las ideas infantiles, sus interacciones con los objetos, el currículum. Un texto que acompaña al lector, en el que se abrazan historias de vida, trayectos de estudio, de trabajo, de participación comunitaria, de saberes y de no saber, de querer aprender, de políticas públicas y de voluntades.

Continuidades y rupturas entre el profesorado y la experiencia profesional en la escuela que llevan a reflexionar acerca de qué se trata lo que comúnmente se refiere como formación continua, ¿cómo podría ser de otra manera?, ¿no está la idea de continuidad contenida en los significantes formación docente? Y así, a lo largo de cada capítulo resuenan reflexiones profundas acerca de los sentidos de la lectura y la escritura, del conocimiento matemático, de las ciencias sociales y naturales del qué, para qué y cómo enseñar que se inician con la propia trayectoria escolar, continúan a lo largo de la formación docente y se retoman en la vuelta al aula como maestros y maestras.

A modo de cierre que invita a abrir las páginas de este libro, decir que a través de sus páginas nos cuenta que los institutos de formación docente son instituciones que también aprenden, en un quehacer que es individual, colectivo, de nuevo individual y otra vez colectivo, como en un entrar y salir de la ronda por donde circulan representaciones, pensamientos, ideas, imágenes, palabras, sonidos, voces, legados generosos y nuevas manos que los reciben.

Mientras algunos se esfuerzan en poner en cuestión, obstaculizar e incluso desvalorizar el trabajo cotidiano que se desarrolla en los institutos de formación docente, esta publicación se erige en un exponente de lo mucho que a diario allí acontece: lo que se aprende, se enseña, se produce y se difunde, un ida y vuelta que de ninguna manera es circular sino que, como la ronda que también se va transformando en cada juego, en cada recreo, como el conocimiento, es espiralado y generando bases firmes para nuevas construcciones de saberes.

Porque como dice María Zambrano (1965): «No tener maestro es no tener a quien preguntar y, más hondamente todavía, no tener ante quien preguntarse» (María Zambrano, 2000: 120).