Artículo

ISSN: 2591-6327



Rodriguez

Hablar entre amigas: la propia vida, la política y el compromiso. Entrevista a Mariana Bolzán, escritora entrerriana autora de Un Rayo en el Mundo

Cynthia Rodriguez, Universidad Nacional de Entre Ríos | cynrodri@gmail.com

DOI: https://doi.org/10.33255/2591/1195

Resumen
La presente entrevista nos sumerge a la reflexión entre la propia vida, la de la autora, la política y el compromiso con la literatura en vinculación con nuestra época. Esta conversación nos nutre de una gran potencia y movimiento de búsqueda de la propia palabra para decir el mundo.

Mariana Bolzán nació el cuatro de septiembre en Paraná, Entre Ríos. Es comunicadora social y escritora. Escribe cuentos, crónicas y relatos para medios independientes digitales. Actualmente forma parte de un espacio cultural denominado La Taller, donde se producen diversas puestas estéticas contemporáneas. Un espacio potenciador de las artes que reúne un colectivo de personas –artistas visuales, fotógrafas, performers, poetas– en pos de generar visibilidad de aquello que producen. También coordina el área de Comunicación de Cultura de la Municipalidad de Paraná.

En el año 2019 publicó su primer poemario: Un Rayo en el Mundo, por Ana Editorial, una editorial independiente de la ciudad, texto que marca un punto de inflexión en su trayectoria como escritora, siendo este su primer libro, ampliando el circuito de lectura de su obra.

Palabras clave: escritura - tomar la palabra - compromiso - mujeres .


Talking among friends: one’s life, politics and commitment. Interview with Mariana Bolzán, writer from Entre Ríos author of Un Rayo en el Mundo

Abstract
This interview immerses us in the reflection about the writer's own life, politics and the engagement with literature in connection with our time. This conversation nourishes us with a great power and movement in search of the word itself to say the world.

Mariana Bolzán was born on September 4th in Paraná, Entre Ríos. She is a social communicator and a writer. She writes short stories and chronicles for independent digital media. Actually, she is part of a cultural place called La Taller, where different cultural proposals are produced, and from which they are promoted visibility of what visual artists, photographers, performers and poets create. She also coordinates the Culture Communication area of ​​the Municipality of Paraná.

In 2019 she published his first collection of poems, called Un Rayo en el Mundo, by Ana Editorial, an independent publisher in the city, this text is a change in his career as a writer, because it is her first book, and increases the riders of her production.

Keywords: writing - take the floor - engagement - woman.



Conversar entre afectos: compromiso y escritura

Por Mariana Saint Paul y Facundo Ternavasio


Introducción

Hay una apuesta aquí, conversar entre afectos. Y desafíos a los vínculos necesarios entre compromiso y escritura. Para nosotres escribir y leer, se vuelven potentes formas de intervención y de contestación estética; más aún, componen un espacio de compañía en esta sección de la revista. La escritura feminista de algún modo desordena alguna dimensión de nuestras vidas, y fundamentalmente pone en visibilidad una voz, un lenguaje y un cuerpo singular en la textualidad que las envuelve y las enreda. La conversación se hace letra, la carne se hace voz en este contexto-situación de lectura/escritura que puede así abrirnos a universos inimaginables, o permitirnos desandar los ya conocidos, ampliando nuestros horizontes para la imaginación y la experiencia sensible.

Es allí, en esa reunión, en esos horizontes de posibilidad e imaginación, que aparecen entrelazadas las formas políticas, poéticas y culturales que envuelven a la producción de la escritora local Mariana Bolzán, con las apuestas y preguntas de Cynthia Rodríguez –que la entrevista–, para juntas abrir los mundos que la escritura y la lectura presentan, invitando a quienes quieran interpelarlos con ellas. Se trata, en suma, de pensar cómo comprometerse, se vuelve vital tanto en la escritora como en su escritura y en quién la lee e interroga.

Por último, no queremos dejar de mencionar las formas afectivas que sostienen a esta entrevista, y otras formas afectivas que la propia entrevista suscita en quienes la recorremos: la sororidad, como esa potencia que posibilita espacios y tiempos para producir, legitimar y reconocer otros saberes locales, nuestres, desde esa experiencia de y desde los afectos.




Mi compromiso es siempre estar presente en los textos
Mariana Bolzán


Cynthia: En principio, gracias por tu disposición. Quisiera que te presentes como vos quieras nombrarte. Considero que detrás del nombrarse ya hay un gesto político y de compromiso que atraviesa lo personal.

Mariana: Soy Mariana Bolzán, escribo y soy comunicadora. Cuando alguien me pregunta a qué me dedico respondo eso. Mi modo de estar en el mundo es escribir. En donde estoy, en los lugares por los cuales transito, me he dado cuenta de que estoy todo el tiempo pensando en la comunicación de los espacios, es como una virtud (o un defecto) de la profesión. Ya sea que esté en un espacio cultural, un espacio del Estado, o un grupo de gente que se reúne a hacer algo, estoy todo el tiempo pensando en la comunicación, ni siquiera en el sentido laboral, sino en un sentido vital. Eso por un lado. Y después: escribo porque no entiendo el mundo desde otro lado, escribo aún antes de escribir. Cuando me están sucediendo cosas lo pienso en términos literarios, no por ficticios, sino en términos literarios según cómo se construyen los relatos, en los vínculos, en las cosas que me pasan, en el paisaje, en cómo se construye un sentido. Un poco de mí es ser así, mi ser en el mundo.

C.: ¿Dónde identificás la procedencia por el gusto de la palabra escrita?, ¿o ha sido una búsqueda singular más propia?

M.: Podrían ser las dos cosas. Lo identifico primero en mi papá: ahí está el germen. Él era el que me regalaba libros, el que me incentivaba, el que laburaba conmigo algunas cosas y después está mi mamá que es de un universo distinto, del mundo del quehacer, más pragmática. Ella me transmitió una cosa muy hermosa que es el fetiche por las palabras. Desde que era chiquita me nombraba el mundo con palabras difíciles, raras, antiguas, atemporales, graciosas o puestas en un lugar donde no iban: «Mariana, no seas tan díscola, ¿querés?» y yo me quedaba dura, sin entender quizá, pero sabiendo en el fondo de mí la fuerza sonora de esa palabra. Después, el diario íntimo fue un gran ejercicio de escritura. El primero que me regalaron fue a los ocho años, que todavía lo tengo. Fue un ejercicio de introspección para poder ponerle palabras a lo que me pasaba en ese momento: las problemáticas de la escuela, de mis vínculos, la relación con mis viejos. El diario íntimo fue un gran aprendizaje, es una de las herramientas más poderosas de escritura porque termina siendo un interlocutor. Y vas construyendo algo que nunca es lo que pasa porque nunca la palabra es la cosa, pero sí construís algo. La vida es materia de literatura, el diario íntimo fue ese proceso.

C.: Como un dispositivo de transformación, ¿no?

M.: Sí, sin lugar a dudas. Incluso hay un arco de la vida en ellos. Después cuando terminé la secundaria, continúe escribiendo en cuadernos, pero no tan explicativos o referenciales porque empezó a aparecer la metáfora y la cosa más compleja de la adolescencia y la juventud, ahí empecé a escribir poemas. Incipientes poemas. Pero ese fue el recorrido. Está en esa escritura aquello que me pasaba pero convertidos en materia para otra cosa, escritos en poema, pero que pueden ser más polisémicos. Y ya en la facultad, formalicé un montón de cosas, y vas armando tu propio recorrido, tu corpus de lecturas.

C.: Ahora que estás haciendo una línea de tiempo más biográfica y tu relación con la lectura y la escritura, recuperando esto que decís sobre la formalización que se va dando en el proceso de producción, ¿cómo es tu proceso creativo y de producción de los textos?

M.: En relación con el proceso creativo, todas las veces es diferente, no hay una sola manera. Me ha pasado que he estado mucho tiempo con un texto rumiando y sin saber muy bien qué palabras le van, lo que busco capaz no es de la palabra, es del ritmo; y después pasa algo que hace que le encuentre la palabra. Lo ando amasando por unos días hasta que siento que algo pulsa adentro y hace que encuentre la palabra que le corresponde.

C.: Lo que venís compartiendo me recuerda al trabajo que realiza Leonor Arfuch (2013) en Memoria y Autobiografía. Ella se pregunta, «¿cómo se narra una vida?». En tu relato viene apareciendo mucho, la vinculación con lo espacial, lo filial, en donde se vincula fuertemente la memoria y el cuerpo, en tu caso, esas imágenes que van apareciendo de tu vinculación con la literatura son bien potentes y significativas. Entonces, ¿podría decirse que tu proceso creativo tiene que ver con esa memoria biográfica que se hace cuerpo?

M.: Sí. Mi proceso es muy situacional y contextual. Creo que es así para todos los procesos, pero yo lo vivo de una manera muy evidente. Cuando se murió mi padre quedé sumida en un silencio muy grande, y al comienzo me enojé un poco, porque me sentía congestionada. Luego llegó la resignación y el aprender que eso también era poesía. Era sencillamente el silencio de las cosas grandes. No tenía en ese momento palabra para la muerte. No sé cómo será para otres, pero yo trato de respetar ese tiempo, porque en definitiva se traduce luego en la pieza. Y si quisiera retomar la pregunta «¿cómo se narra una vida?», me respondería: «No forzarle una palabra a aquello que no la tiene. Y, eventualmente, esperar a que la palabra pueda narrar con fuerza».

C.: A propósito de lo que venís compartiendo, con relación a tu biografía y las distintas maneras de afectarse ante el mundo, me gustaría que podamos conversar en relación con una categoría importante para la literatura, la de compromiso. Alrededor de la década del ‘50 o del ‘60, comienza una nueva apuesta alrededor de las producciones literarias e intelectuales, vinculadas principalmente a un estrecho compromiso ético-político sobre aquello que se escribe y quién lo escribe. Tomo acá como referencia para contextualizar, la idea de compromiso Sartreano de la Francia de pos-guerra, en donde principalmente el autor hace del oficio del escritor un compromiso (Castillo, 2003). En este sentido, y pensando estas ideas en nuestra actualidad, en el marco de una pandemia mundial, ¿qué sería una escritura comprometida en relación con tu propia pluma y a tu ejercicio como artista?

M.: Vaya palabra compromiso. En mi caso, siento un compromiso profundo con mi trabajo. Escribir es un trabajo, trabajar con el sentido es laborioso y yo estoy ahí entera. Eso a nivel íntimo, a nivel contextual, los textos son inevitablemente fruto de un contexto, de una posibilidad, de unas preguntas del presente. Entonces el feminismo, el debate ambiental, la discusión por cómo continuamos en el mundo aún en medio de violencias y destrucciones, están en las hebras del texto. Yo no soy la misma escritora de hace diez años y eso es por el contexto. Por quién soy en ese contexto. Mi compromiso es siempre estar presente en los textos.

C.: Volviendo al proceso de formalización de la escritura que hablábamos al inicio y el compromiso que asumís con tu trabajo y producción, quisiera que conversemos sobre tu primer libro. Un Rayo en el Mundo fue publicado en el año 2019. Siguiendo con el planteo de Sartre (1947) en donde él dice que «(...) el objeto literario es un trompo extraño que sólo existe en movimiento» quisiera que comentes, ¿cuándo pudiste percibir que lo que escribías se movía?, es decir, ¿se leía y compartía? ¿Ves que genera alguna transformación social y/o subjetiva –que siempre es política– en aquello que compartís y producís?

M.: Esos escritos no eran un libro hasta que alguien me propuso que lo fuera. Y ahí es cuando empecé a juntar textos que estaba escribiendo en ese tiempo y me di cuenta que ahí había un libro. El libro habla de un tiempo vital, de una separación, de un duelo, de una pérdida, pero también de recomienzo. Son todos textos nacidos del mismo proceso.

Una vez que salió, el libro fue un movimiento de un gran movimiento. Lo que me regaló fue la posibilidad de reafirmarme en mi palabra. Poder decir: ésta es mi palabra, ésta soy yo en la palabra, esto es lo que tengo para decir. Así que el regalo es ese. Y la transformación se da en el momento en que alguien lo toma, lo lee y lo resignifica. Me han llegado reseñas o devoluciones sorprendentes de textos que yo no había planteado de esa manera. Entonces, ese sentido puesto en juego para mí es la más hermosa transformación y el movimiento que confirma que el texto vive.

C.: Con relación a tu ejercicio de escritura, el contexto político de época y el movimiento propio de los textos, ¿observás alguna distinción de género en el círculo de la escritura literaria de nuestra localidad?

M.: Yo creo que soy contemporánea a un tiempo más auspicioso en ese sentido. La mirada está puesta sobre las mujeres y las disidencias. Yo entro en este tiempo. Creo que, más allá de las innumerables injusticias que perviven, ya el mundo es otro, mucho más amable en relación con esa distinción que mencionás (aunque también surjan las reacciones violentas en oposición). Pero las condiciones de época son diferentes y hay cosas que ya quedan muy en evidencia. Siento que las mujeres y disidencias están tomando la delantera en la narrativa, por ejemplo, que antes sí era terreno por excelencia de los varones. Para que se entienda: las mujeres siempre escribimos narrativa, ahora el mercado las mira más, eso es todo.

C.: En síntesis, un poco ya lo fuiste diciendo, pero: ¿por qué escribir? ¿Por qué escribir poesía?

M.: En principio puedo decir porque no puedo pensarme por fuera de la escritura, y en mi caso es un movimiento corporal. Y escribir poesía: por cosas muy similares, hay cuestiones que salen con la voz de la poesía y otras desde la narrativa. Entonces, un poco el género o el estilo que le voy a dar está condicionado por la situacionalidad de los mismos. Para la narrativa escribo ficción pura, y la poesía por lo general tiene que ver con mi intimidad. Escribir un movimiento hacia algo que está más allá de mí.

Bibliografía

ARFUCH, Leonor (2013). Memoria y Autobiografía. Exploraciones en los límites. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

BOLZÁN, Mariana (2019). Un rayo en el mundo. Paraná: Editorial Ana.

CASTILLO, Abelardo [en línea] (2003). Entrevista con Abelardo Castillo. El escarabajo sigue brillando. Entrevistado por El Aromo. 01 de noviembre de 2003. [Consulta: 05 de noviembre de 2021]. Disponible en: https://razonyrevolucion.org/entrevista-con-abelardo-castillo-el-escarabajo-sigue-brillando/

SARTRE, Jean Paul (1947). ¿Qué es la literatura? Buenos Aires: Losada.




Cynthia Rodriguez | Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina

cynrodri@gmail.com

Graduada de la carrera de Ciencias de la Educación por la UNER, maestranda de la Maestría en Literatura y Política de la UADER-UNC. Es docente e investigadora universitaria en la Universidad Nacional de Entre Ríos, Asesora Pedagógica y docente de escuelas secundarias de la ciudad de Paraná.


Fecha de recepción: 05/11/2021